Un reciente estudio sobre la caracterización de los Emprendimientos de Base Científico-Tecnológica (EBCT) en Chile, publicado por el Observatorio del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación el 2024, evidencia que este tipo de empresas son un motor esencial para la transformación productiva y la diversificación económica del país.
Lejos de ser un objetivo secundario, su fomento se ha convertido en una prioridad creciente en las agendas internacionales. Esto se debe a su capacidad para actuar como vector de transferencia y comercialización del conocimiento generado en universidades. En este sentido, la propuesta de valor de las EBCT se basa en el conocimiento y la tecnología derivados de actividades de investigación y desarrollo (I+D).
A diferencia de otras empresas tecnológicas que se centran en la aplicación de tecnologías existentes, las EBCT se caracterizan por ejecutar investigación aplicada y por avanzar en la frontera del conocimiento científico. A su vez, realizan actividades de I+D de forma sistemática y sostenida, lo que implica largos períodos de maduración y una alta demanda de inversión, especialmente en sus etapas iniciales.
Esta inversión es tan fundamental que muchas de estas empresas continúan destinando recursos a I+D incluso después de haber lanzado sus primeros productos. No obstante, financiar estas actividades representa uno de sus principales desafíos.
Todo esto ocurre en el marco de un ecosistema nacional de innovación, entendido como una red compleja de actores públicos, privados y académicos que colaboran para convertir la investigación en valor para la sociedad. Si bien el ecosistema chileno ha experimentado avances significativos en los últimos años, especialmente a partir de la creación del Ministerio de Ciencia y nuevos programas de apoyo, todavía enfrenta importantes desafíos.
Vinculación temprana con la industria
El acceso al financiamiento es, sin duda, la barrera más recurrente. Existe una necesidad urgente de fortalecer el capital de riesgo orientado específicamente a los EBCT, ya que los fondos existentes suelen centrarse en tecnologías de maduración rápida, y muchos inversionistas desconocen la naturaleza y el potencial de estos emprendimientos.
Por lo tanto, las Universidades han institucionalizado el proceso transferencia tecnológica actuando como el puente que permite que los resultados de la I+D no permanezcan confinados a laboratorios, sino que se transformen en innovaciones con impacto económico y social. En este proceso, las EBCT se posicionan como mecanismos altamente eficaces.
Lo que se requiere es un cambio cultural. Transitar de un modelo en el que el académico o la académica tradicional pase a un espíritu más emprendedor. Las reglas actuales de la carrera académica, centradas en la producción científica, a menudo desincentivan la participación en iniciativas empresariales.
Por ello, resulta fundamental complementar los equipos fundadores con capacidades en gestión, comercialización y desarrollo de negocios, ya que estos emprendimientos suelen ser liderados por investigadores con poca experiencia en esos temas.
A nivel institucional macro, las universidades públicas deben fomentar la creación de EBCT, lo que incluye establecer incentivos adecuados, alinear criterios de evaluación, facilitar el acceso a infraestructura y ofrecer apoyo integral, desde la gestión de la propiedad intelectual hasta el desarrollo comercial.
La vinculación temprana con la industria y el ecosistema de innovación es crucial para promover que los desarrollos tecnológicos respondan efectivamente a las demandas del mercado (market pull).
Fuente: Impronta.