Se celebra el Día del Niño, y con él, la emoción de sorprenderlos con regalos y atenciones que llenan de alegría sus días. Sin embargo, más allá de los juguetes y celebraciones, este es un momento ideal también para poner el acento en su bienestar físico y emocional, como uno de los mayores regalos que como adultos responsables podemos entregarles.
Formar una población sana comienza en la infancia, y parte de esa responsabilidad es asegurar controles médicos periódicos para monitorear su desarrollo físico y psicológico. Las visitas regulares al pediatra y a especialistas permiten detectar y tratar a tiempo cualquier condición que pueda afectar su salud, garantizando que crezcan con las herramientas necesarias para enfrentar cada etapa de su vida de forma saludable y segura.
En un mundo que constantemente desafía el equilibrio de toda la población, cuidar el bienestar infantil no se limita a una buena alimentación o actividad física, sino que también a estar atentos a su salud mental y emocional. Las revisiones con profesionales no son una formalidad, sino una oportunidad de acompañarlos de cerca, resolver dudas y reforzar su salud integral.
Este Día del Niño, pensemos también en hacerlos felices a través de su bienestar. Una población sana comienza con niños sanos y con adultos comprometidos con su desarrollo integral. Cuidarlos, llevarlos a sus controles, escucharlos y guiarlos es parte de ese amor que trasciende cualquier regalo, porque proteger su presente es la mejor forma de cuidar nuestro futuro como sociedad.
Dr. José Ondarza
Jefe de Urgencias de Los Leones Interclínica
Fuente: Impronta