Un análisis elaborado por tres expertas en políticas públicas en salud abordó las
iniciativas en discusión que reforman el sector público de salud ingresadas
recientemente al Congreso, entregando observaciones y recomendaciones para
avanzar hacia una reforma integral, sostenible, y centrada en las personas.
El sistema de salud chileno enfrenta múltiples desafíos y se encuentra inmerso en un
proceso dinámico de propuestas de reforma. Así lo expone el informe “Reformas en salud:
análisis y propuestas para el diálogo”, elaborado por Paula Benavides (UC), Daniela Sugg
(UDP) y Carolina Velasco (USS), que busca analizar las diversas modificaciones
institucionales propuestas para los organismos públicos de salud (iniciativas ingresadas
en 2025 al Congreso), así como también complementarlas para alcanzar una mayor
efectividad en la resolución de los problemas de salud de la población, entregando
recomendaciones principales para avanzar hacia una cobertura universal.
“Si bien se ha buscado avanzar con iniciativas pasadas y otras recientes, como la Ley
Corta de Isapres y la creación del Sistema de Acceso Priorizado, persisten desafíos
estructurales en la gobernanza del sistema, la generación de recursos, el financiamiento y
acceso a servicios de calidad”, explicó Carolina Velasco, directora de Estudios del Instituto
de Políticas Públicas en Salud de la facultad de Medicina de USS (IPSUSS).
El documento analiza y entrega recomendaciones sobre diversas iniciativas legislativas ya
propuestas como la creación del Servicio Nacional de Salud Digital (SNSD), las
modificaciones al rol y atribuciones de Fonasa y la incorporación de las funciones de
monitoreo y control de productividad de la red en la Subsecretaría de Redes
Asistenciales. También incluye la revisión y proposiciones a las modificaciones de las
normas que rigen al personal médico, la regulación de dispositivos médicos, el
fortalecimiento del Instituto de Salud Pública (ISP), la mejora en las compras públicas y
gobernanza de la Central Nacional de Abastecimiento (Cenabast), y en relación con las
modificaciones relativas a la Superintendencia de Salud (SIS).
Además de ello, con el objetivo de profundizar las medidas propuestas en los
proyectos, las autoras del documento plantean las siguientes recomendaciones
principales:
Fortalecer el rol del Fonasa como comprador estratégico: establecer un proceso para
optimizar las compras en función de la capacidad de atención de la red estatal. Crear
dentro de Fonasa una institucionalidad técnica y robusta con capacidades suficientes para
abordar la atribución de contraloría médica y de cálculo y pago de subsidios por
incapacidad laboral que se le traspasa desde la Compin, incorporando el pago a todos
sus afiliados, para poder hacer un seguimiento y control eficiente de este beneficio. Ello
implica analizar y revisar, también, y en caso de ser requerido reorganizar, el actual
funcionamiento de las Compin, para optimizar la separación de funciones planteada.
Monitoreo y control de productividad en la red: formalizar una unidad de estadística y
dotarla de las capacidades adecuadas, con objetivos y metas y obligación de publicar la
información.
Servicio Nacional de Salud Digital: definir en la ley aspectos esenciales de su
organización y funcionamiento, así como de los prestadores y sus exigencias, para que
sea un complemento que potencia las demás prestaciones.
Incentivos: sistematizar y revisar más ampliamente los instrumentos de gestión e
incentivos para personas e instituciones, dado que las propuestas son parciales y
requieren de claridad sobre el rumbo que tomarán los mecanismos que los sustituyan.
Explicitar el Fortalecimiento del ISP y las Seremis: precisar las normas legales en
concordancia con el informe financiero y robustecer la institucionalidad para definir
aranceles en el ISP y la Cenabast, especialmente debido a las nuevas funciones que se le
otorgan.
Fortalecimiento de la Superintendencia de Salud: revisar las atribuciones y
nombramiento de su Consejo; reorganizar la SIS por funciones, para optimizar su
funcionamiento; fortalecer su rol fiscalizador del Fonasa con mayores atribuciones y
sanciones, para que sus afiliados puedan exigir sus derechos (los que deben ser
explicitados, en el caso al menos del plan de salud al que tienen acceso); normar e
implementar un registro público de calidad y satisfacción usuaria de prestadores, entre
otras cosas.
El trabajo destaca la importancia de analizar estos proyectos en conjunto con las demás
reformas a otras áreas del sistema de salud, especialmente con el proyecto de ley que
elimina preexistencias y discriminaciones en Isapres, para que los esquemas actuales
(Fonasa e Isapres) vayan convergiendo en avanzar a la cobertura universal en salud, por
ejemplo, mediante la definición de un plan de salud común.
Se releva la importancia del momento actual, en que existen diversas iniciativas
abordando la mayoría de los ámbitos que requieren reformas en salud, y se espera
ingrese luego el proyecto de ley que reforma el contenido y estructura del subsidio por
incapacidad laboral, lo que debe ser considerado y aprovechado como una oportunidad
para avanzar a un sistema de salud que se centre una mejor atención a las personas.
El informe completo en este link
Fuente: USS.