La organización apunta a la importancia de integrar el arbolado al diseño y planificación urbana. Hoy, el 86% de los árboles que existen en Santiago corresponde a especies exóticas y muchos de ellos no son resistentes a su condición climática, aumentando los riesgos de impacto negativo sobre el tendido.
Santiago, 12 de junio de 2025. A menos de 24 horas de iniciado el temporal de lluvias que afecta a la zona centro sur del país, ya se han reportado una serie de incidentes en la Región Metropolitana que, entre otros, ha dejado más de 10 mil hogares sin luz, abriendo una vez más el debate sobre las responsabilidades en materia de gestión y correcta poda de los árboles para evitar que caigan y afecten el tendido eléctrico.
Desde el Gobierno emplazaron a las empresas eléctricas a “redoblar esfuerzos” para evitar los cortes de suministros frente a los cinco días de lluvias pronosticados, mientras que desde la Asociación de Municipalidades de Chile (Amuch) llamaron a fortalecer las conexiones entre autoridades y compañías para evitar prolongados cortes como los registrados en años anteriores.
Por su parte, Enel y otras empresas han multiplicado la presencia de cuadrillas en terreno para la reposición del servicio. Pero lo cierto es que -según los expertos- no se trata de responsabilidades únicas, sino que de un conjunto de medidas y de causas que deben ser atacadas por distintos flancos, enfatizando en la importancia de la prevención.
El director ejecutivo de Corporación Ciudades, Martín Andrade, asegura que “el problema es que solo nos acordamos en invierno de estos problemas y se olvida la necesidad de generar leyes y normativas a lo largo del año para prevenir que esto ocurra durante la temporada de lluvias. Y, además, pensamos que con la poda del árbol solucionamos el problema, pero eso no es así”.
Andrade explica que, por ejemplo, si un árbol es podado de manera incorrecta se puede debilitar su estructura y descompensarlo. Lo mismo que si se hace en una posición o ángulo equivocado, ya que “eso puede hacer que ingresen por ahí plagas, hongos o enfermedades que puedan, eventualmente, pudrir el árbol y que termine muriendo, enfrentando un peligro de caída sobre el tendido eléctrico”.
Asimismo, cuando se realizan trabajos de construcción de veredas o calles entorno a árboles, o incluso de soterramiento de cables, muchas veces no se toma en cuenta la estructura subterránea que soporta a los árboles, se cortan o dañan las raíces pudiendo afectar la estabilidad de estos e igualmente caer debido a los fuertes vientos y lluvias.
Por esta razón, los expertos coinciden en que es importante entender el estado de salud de cada árbol, cuidando los criterios de elección de especies, una sistemática mantención y poda adecuada, y donde integrar la gestión del arbolado en la planificación urbana es muy relevante.
Un estudio de la Universidad de Chile determinó que el 86% de los árboles que existen en Santiago corresponde a especies exóticas, las que necesitan abundante agua para su cuidado, y muchos de ellos ante bajas temperaturas, un déficit hídrico producto del cambio climático, se secan, mueren y terminan siendo un potencial problema de caída sobre el tendido eléctrico.
En 2018, parlamentarios presentaron la “ley arbolito”, que buscaba ordenar las responsabilidades sobre el arbolado de la ciudad, que garantice el desarrollo de ciudades verdes y sostenibles a través de una gestión integral, la que a siete años de eso sigue a la espera de su tramitación en el Congreso.
Fuente: 360 Comunicaciones.