Dicen que pasamos más tiempo en el trabajo que en nuestras casas y, por lo mismo, no es extraño que surjan las relaciones amorosas en contextos laborales. Incluso es algo más frecuente de lo que se piensa comúnmente. Debido a eso, existen muchos prejuicios o mitos en torno a ellas y desde Trabajando.com buscan despejar uno de ellos: ¿afectan realmente la eficiencia?
Según una encuesta realizada a más de 3.000 personas por el portal de empleo, un 51% cree que una relación amorosa en el lugar de trabajo afecta negativamente el desempeño, mientras que un 33% dice que no afecta y el 16% que lo hace, pero positivamente.
¿Y qué dicen los expertos? Que es un desafío y que requiere de una buena gestión de emociones que permita poner límites y diferenciar entre lo personal y lo profesional. “La clave de la gestión emocional es entender nuestros sentimientos y emociones para procesarlas adecuadamente y no perder de vista lo que es eminentemente laboral”, señala Lissette Provoste, gerenta de Cultura y Desarrollo Organizacional de Trabajando.com. Ella explica que al estar enamorado el nivel de emoción puede ser muy alto, por lo que la capacidad de concentración disminuye. “Es importante ser consciente de esto y trabajarlo. Eso permitirá que no haya ningún impacto en la eficiencia”, añade Provoste.
Suele ocurrir que muchas empresas ven con desconfianza las relaciones sentimentales dentro de un mismo ambiente laboral, e incluso estas pueden afectar directamente en la convivencia con la pareja. Según Provoste uno de los puntos negativos a evaluar son:
- Las parejas podrían perder libertad de acción en sus tareas diarias o laborales.
- Si no se logra tener control emocional, se pueden llevar los problemas al trabajo y eso generaría un mal clima laboral
- Podría existir una falta de temas de conversación que sean diferentes al del trabajo, generando monotonía y desinterés.
Sin embargo no todo es negativo, ya que “si los integrantes de la pareja involucrada han desarrollado una adecuada gestión emocional, no debería ser perjudicial en el rendimiento ni en la eficiencia del colaborador e incluso se podrían destacar puntos positivos”, añade Provoste. Entre ellos, enumera los siguientes:
- Puede resultar motivador para que ambas personas se apoyen y alcancen objetivos profesionalmente.
- Pueden brindar apoyo emocional en días laboralmente difíciles.
- Al estar más contento, el colaborador tiene una actitud más positiva y optimista hacia el exterior.
- El amor recarga de energía positiva a las personas, sobre todo al comienzo de las relaciones. Eso puede ser un buen elemento para el ambiente de trabajo.
Fuente: Vital Comunicaciones.