Especialistas del Centro de Salud Deportiva de Clínica Santa María explican que los pacientes que estuvieron contagiados con coronavirus sintomáticos deberían ser evaluados por un cardiólogo o deportólogo antes de ser reincorporados a la práctica deportiva, según la literatura y experiencia adquirida por equipos de salud del viejo continente.
30 de julio de 2020.- El virus SARS-CoV-2 produce un aumento de citoquinas proinflamatorias en el cuerpo, es decir, una gran reacción inflamatoria de todo el organismo. Esto puede dañar diferentes órganos o tejidos, como el corazón, pulmón, riñón, músculos, tendones, entre otro, los cuales son fundamentales para poder tolerar las cargas, las adaptaciones fisiológicas y funcionales a la hora de realizar deporte.
El COVID-19 deja potencialmente diversas secuelas en los pacientes, tanto en aquellos que padecieron síntomas leves, moderados o graves. Es por esto que el jefe y deportólogo del Centro de Salud Deportiva de Clínica Santa María, el Dr. Hugo Marambio, advierte que es fundamental realizar un retorno seguro a la práctica deportiva después de haber sido contagiado por coronavirus.
En primer lugar, como esencial en la reincorporación al deporte, se debe considerar la evaluación del médico tratante, sea cardiólogo, broncopulmonar, internista o deportólogo, quien debe certificar y autorizar el inicio de la actividad física.
“Cuando realizamos ejercicio aumentamos los requerimientos de oxígeno, lo cual puede ser mortal en medio de una insuficiencia respiratoria, o producir algunos trastornos cardiovasculares”, explica la doctora Milena Chiappe, infectóloga de Clínica Santa María.
Además, podría ser necesaria la evaluación en conjunto de otros especialistas, dependiendo de las secuelas, los riesgos u otros factores. Esto se debe evaluar caso a caso.
“En el Centro de Salud Deportiva hemos realizado un algoritmo de clasificación para enfermos post Covid-19, que brinda un manejo seguro y adecuado, según el grado de afección que haya presentado la persona. No solo pondremos a disposición la tecnología y los avances a aquellos que son deportistas, sino también estaremos dispuesto a recuperar enfermos que hayan perdido masa muscular o presentado fatiga segundaria”, señala el Dr. Marambio.
El retorno al entrenamiento se debe realizar cuando el paciente esté recuperado y para aquellos casos menos afectados que hayan cumplido un periodo de al menos dos semanas post enfermedad y estén asintomático con su PCR negativa. Además, la actividad física debe ser progresiva, con cargas, volumen e intensidad graduadas, según un programa ya establecido.
Por otro lado, si el paciente vuelve a presentar fiebre o síntomas respiratorios, la actividad física se debe suspender de inmediato y ser evaluado nuevamente por un especialista.
Fuente: Comsulting