Rechazamos categóricamente los dichos del Jefe de Departamento de Extranjería y Migración (DEM), Álvaro Bellolio en Emol TV el día lunes 8 de junio, sobre el actuar del Servicio Jesuita a Migrantes.
Una vez más caricaturiza y confunde respecto de nuestra labor. Sus dichos minimizan la compleja realidad de las personas migrantes, no se hace cargo de los efectos negativos de las propias políticas emanadas bajo su autoridad y omiten el actuar de la propia justicia chilena. El señor Bellolio afirma
que el SJM “toma medidas para que personas que ingresen clandestinamente al país no sean expulsadas”. Ha sido la misma Corte Suprema la que ha acogido la mayoría de los recursos judiciales presentados tanto por el SJM como por otras organizaciones que él también denosta.
En materia de ingreso clandestino, la Corte Suprema ha declarado de forma sostenida que las expulsiones que hace el Gobierno son ilegales y arbitrarias porque no respetan el debido proceso.
Son las propias Intendencias las que renuncian a que se investiguen y procesen estos casos, por lo que sus órdenes de expulsión carecen luego de fundamento suficiente. Si el propio Gobierno se desiste de las acciones que le da la ley para castigar estos hechos, entonces que no exija después
la expulsión.
En materia de expulsiones por delitos, los argumentos que los tribunales consideran para dejar sin efecto órdenes de expulsión tienen que ver con preservar la unidad familiar y con la reinserción social de personas que han cometido delitos en el pasado. La Constitución prohíbe al Ejecutivo calificar las decisiones del Poder Judicial, por lo que si el Departamento de Extranjería pierde un caso en tribunales, a su Jefe no le queda más que guardar silencio y acatar.
Nuestra institución colabora, entre otros muchos programas y acciones, para que aquellas personas que se encuentran en una situación migratoria irregular puedan realizar los trámites necesarios y así obtener los documentos que les permitan permanecer de manera legal en Chile. ¿Acaso el señor
Bellolio no cree en el derecho a la defensa jurídica y en el Estado de Derecho?. Es una falta a la verdad sugerir que el SJM ayude a personas a mantenerse en la ilegalidad. ¿No estamos más bien respondiendo a las propias falencias de las políticas implementadas los últimos dos años? En sus declaraciones nunca menciona que muchos de los recursos judiciales son presentados por las
propias instituciones del Estado, como la Corporación de Asistencia Judicial y la Defensoría Penal Pública. ¿Por qué el señor Bellolio ataca sistemáticamente sólo al Servicio Jesuita a Migrantes?
Cuando afirmamos que la sociedad falló, estamos diciendo que el Estado y sus instituciones no fueron capaces de garantizar la seguridad de quienes ocupan un territorio y luego cuando se exigen explicaciones, en lugar de abordar las razones estructurales de eso, se hace uso de chivos expiatorios para eludir la responsabilidad que le compete. Utilizar el trágico asesinato de Alejandro
Correa, para vincularlo con las causas presentadas por el SJM, nos parece abominable.
Bellolio señala que la indicación presentada en la Comisión de DDHH del Senado por el Proyecto de Ley de Migraciones, implica una “regularización automática”, lo que no es así. Él mismo ha estado presente en sesiones del Senado donde se ha explicado que la propuesta requiere a los solicitantes
no tener antecedentes penales y además presentar solvencia económica.
Finalmente, estar sometidos a esta polémica en medio de esta pandemia invisibiliza todas las acciones que el SJM junto a otras organizaciones ha impulsado. Durante estos complejos meses hemos ayudado económicamente a más de 1000 familias de 50 comunas y de 10 regiones del país, junto con entregar alimentos diariamente a miles de personas migrantes varadas afuera de consulados y embajadas, llegando a más de 50.000 personas migrantes que están viviendo en situación precaria en medio de la crisis por medio de nuestra atención. Tenemos un trabajo de 20 años en Chile y somos parte de una red de oficinas en más de 50 países. Nos parece una falta de respeto que se tergiverse, caricaturice y presente una imagen falsa de nuestra labor, porque eso no
solo daña a la institución sino que a las miles de personas que son atendidas y acompañadas por los diversos programas del SJM.
Es lamentable que el Jefe del DEM no reconozca ni acepte el importante rol que tiene la sociedad civil colaborando, traspasando experiencia y criticando en base a evidencias con el único fin de contar con mejores políticas públicas, algo esencial a nuestra democracia. Es por eso que invitamos al Estado a un diálogo serio y profundo con las organizaciones de la sociedad civil que trabajan con personas migrantes y refugiadas hace décadas porque su experiencia es seria y valiosa. En el contexto de la crisis sanitaria en nada contribuye desconocer y desinformar sobre su labor ya que en un país como el nuestro son justamente estas organizaciones las que suplen muchas veces las
labores que el Estado no puede cumplir.
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José Tomás Vicuña SJ
Director Nacional Servicio Jesuita a Migrantes.