El mundo de las pantallas es una ventana para poder mirar, para poder ver cosas que no se ven de otra forma. Hay realidades que no son las realidades que se viven diariamente por los niños, todas las realidades que se ve son virtuales, sin embargo, puede suplir muchas de las necesidades que tienen los niños en este momento. Si son usadas de forma interactiva, ellos claramente pueden ir aprendiendo del programa que estén viendo, según lo que el programa les vaya solicitando o les quiera realmente instruir
En estos momentos, claramente son una forma de compensar su ansiedad siempre y cuando se puedan medir los contenidos. Si bien es cierto es una forma en que los niños pueden estar entretenidos y tranquilos, mientras los padres están trabajando, no se debe descuidar jamás cuál es la información que ellos están recibiendo, qué tipo de imágenes que están viendo, porque muchas veces hasta los monos animados más inocentes puede llegar a ser nocivo en términos de los valores que se están promoviendo e en término de las imágenes que quedan grabadas en los niños.
Mientras más pequeños son los niños, mientras menos capacidad de análisis de decisión tenga, es más fácil que las imágenes queden grabadas en su subconsciente sin que ellos la puedan manipular. Esas imágenes, en un momento de sueño, por ejemplo, hacen asociaciones entre las imágenes y realidades, y tienen pesadillas que crean ansiedad, que crean miedo o incluso fobias, sin que ellos tengan idea, a algún objeto, animal o situación.
El desarrollo no se detiene por el hecho de usar las pantallas como una herramienta de aprendizaje, el problema sería que fuera solo eso, de que el niño estuviera todo el día con pantallas. Porque aparte de producir una serie de problemas físicos, en términos del control de las emociones, en el manejo de las horas de sueño y vigilias, de secreciones hormonales por el exceso de exposición a la luz, no tendría que detener su desarrollo. Claramente hay que usar todas las herramientas que se tienen en término de juegos simbólicos de materiales lúdicos y académicos.
Fuente: Comsulting.